El pueblo de Perissa se extiende a lo largo de una franja de costa y playa al sur de Santorini, en el centro del arco de la media luna que forma la isla. Su playa de arena negra, de origen volcánico llega hasta donde alcanza la vista, con 8 km que nos permiten perdernos paseando. La playa de Perissa se extiende hasta fusionarse con la de Perivolos, donde se baila de día y de noche.
En los últimos años ha ido creciendo, con nuevos hoteles y servicios, haciendo crecer el entorno de una antigua franja donde no había nada, y que ahora cuenta con tabernas, zonas de tiendas y un ambiente nocturno más calmado que el de Fira.
La distancia a Fira, capital de la isla no es muy grande, 14 km, pero como en Fira se concentran la mayoría de turistas que llegan en cruceros para ver en un día la isla, Perissa se antoja más familiar, e ideal para dormir con niños.
La corriente de viento que entra hace que Perissa sea refugio de amantes del windsurf, esquí náutico y otros deportes acuáticos.
Muy cerca está el recinto arqueológico de la antigua Fira (Thera o Thira), al que podemos llegar en un paseo por un sendero; y Kamari está justo detrás de la montaña (a 1 hora o 1 hora y media andando), por lo que también es habitual ir en barco bordeando la costa. Si vamos andando no debemos olvidar ir equipados con calzado deportivo y agua porque el calor puede ser sofocante en verano.
En verano, especialmente en agosto Perissa hierve con la cantidad de turistas que llegan, pero el resto del año es una playa mucho más apacible. Uno de los campings de Santorini se encuentra aquí, y aunque es más modesto que el de Fira, permite tener la playa a unos pasos.
La iglesia de Timiou Stavrou que se enclava en la plaza de Perissa es una de las más grandes de la isla y junto a las ruinas de la Basílica bizantina de Agia Irini (siglo V d.C.) que están ascendiendo al Monte Mesa Vouno son las dos excursiones culturales de la población.